Chasqui Incaico, Minotauro y Dédalo

EL CHASQUI INCAICO:
Tropas enemigas se acercan a la frontera del imperio incaico; los vigías que han descubierto esos movimientos sospechosos,en el país vecino,deben mandar avisar al Inca,en el Cuzco lejano, Hay muchas leguas de distancia;el imperio es muy amplio. Pero la importante noticia llegará en pocos días a la capital. Un joven indio parte  a la carrera con el mensaje. Lo lleva de palabra o bien en un quipo.




LA LEYENDA DEL MINOTAURO:
El Minotauro era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. El mito tiene su versión más completa, su nombre significa "Toro de Minos" , y era hijo de Pasifae y el Toro de Creta. Fue encerrado en un laberinto diseñado por el artesano Dédalo, hecho expresamente para retenerlo, ubicado en la ciudad de Chosos en la isla de Creta.
Por muchos años, siete hombres y otras siete mujeres llevadas al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la bestia hasta que la vida de ésta terminó a manos del héroe Teseo; aunque existen versiones conocidas acerca de la frecuencia de este tributo.

   

DÉDALO:
Sobre el claro cielo que cubre el azul del mar Egeo, sembrado de islas verdes, de doradas playas, se recortan las siluetas de dos extraños personajes. Tienen figura de hombres, pero sus brazos están cubiertos por unas alas, algo torpes tal vez, con las cuales vuelan pausadamente: son Dédalo y su hijo Icaro.
Son dos célebres personajes de la mitología griega. Dédalo es ya un anciano; había nacido en Atenas, de familia real, y era admirado por su habilidad en todas la artes: era arquitecto, escultor, inventor de maquinas, orfebre.
Inspirándose en la mandíbula de una serpiente, inventó la sierra,enojó tanto a Dédalo que éste lo mató.
Condenado, debió exiliarse de Atenas y se dirigió a Creta, donde el rey Minos, que admiraba su talento, lo recibió encantado. A su pedido construyó para encerrar al Minotauro, monstruo mezcla de hombre y de toro, el laberinto, palacio al que se entraba por corredores tan entrecruzados, que no era posible salir, Cuando Teseo vino a matar al Minotauro, Ariadna, la hija de Minos, se había enamorado del héroe, pidió a Dédalo que le indicara que podía hacer para ayudarlos, y el arquitecto le aconsejó entregar a Teseo un ovillo de hilo que le permitiría, si lo desenrollaba a medida que avanzaba, regresar siguiéndolo.
Así lo hizo: Teseo mató al Minotauro y huyó con Ariadna. Minos, enfureció, encerró a Dédalo y a su hijo Ícaro en el laberinto. Entonces el artificie ideó construir con cera y plumas alas para ambos. Al partir, recomendó al joven que no volara ni muy alto ni muy bajo, para que las alas no se dañaran con el agua o con el calor.